miércoles, 9 de mayo de 2007

PREMIO SUR DE LA CULTURA

DISCURSO DE AGRADECIMIENTO PREMIO SUR 2005

Sr. Presidente de la Junta de Andalucía
Sra. Ministra de Fomento
Sr. Alcalde de Málaga
Autoridades, Señoras y Señores, amigos todos.

Buenas Noches y gracias por acompañarnos en este acto tan entrañable para todos nosotros.

Mi primer sentimiento, en representación del resto de los premiados esta noche, es de agradecimiento a la redacción del Diario Sur que otorga estos premios, al propio Diario Sur y a todo el equipo humano de Prensa Malagueña que, generosamente, han destacado el trabajo del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, Proyecto Hombre, Parques Reunidos, Isofotón y del entrenador del Unicaja de Baloncesto, Sergio Scariolo.

El Diario SUR, la estrella de la constelación VOCENTO, demuestra cada año, no sólo su increíble capacidad de convocatoria, sino también su compromiso con Málaga, donde ocupa un lugar preferente en el desarrollo económico, social, cultural y donde es líder absoluto entre los medios de comunicación. Es el SUR, por tanto, el que sí merece nuestro reconocimiento.

Son muchas las personas que se encuentran detrás de los éxitos de los cinco proyectos premiados, y cuyos galardones sus máximos responsables hoy recogemos. Sin su esfuerzo nosotros no estaríamos aquí, y es con ellos con quien debemos compartir estas distinciones, de las cuales también son merecedores. Como sin duda lo son nuestras familias, que se sacrifican, permanentemente y con generosidad, para que podamos dedicar más tiempo del que debiéramos a unos proyectos en todos los casos personales que únicamente son de carácter profesional.

Ninguno de los premiados esta noche hemos nacido en Málaga pero todos hemos compartido las mismas opiniones hacia ella y vivencias y experiencias semejantes. Por ello creo hablar en nombre de todos al hablar en primera persona. Aunque vivo en Málaga desde hace sólo algo más de dos años, me siento ya plenamente malagueño. Y disfruto de Málaga como lo hago de Andalucía: descubriendo sus luces, sus colores, sus paisajes y gentes, su idea del tiempo y de la fiesta. Y, por ello, es aquí donde deseo vivir en el futuro. Nunca pensé encontrar un lugar como Málaga, donde la hospitalidad es más cálida que el clima y la luz que más brilla, es la que ilumina un horizonte que se adivina verdaderamente esperanzador. Un futuro en el que nos sentimos orgullosos de colaborar y aportar nuestra energía, esfuerzo, ideas e ilusión; un proyecto en el que, indudablemente, merece la pena enrolarse.

Cada vez que hablo con amigos de otras ciudades, les invito a que conozcan la historia y cultura malagueña, a que visiten nuestros museos, a que vivan la Semana Santa, a que disfruten de sus vacaciones en la Costa del Sol, a que vengan aquí a jugar al golf, a que instalen sus empresas en esta tierra de oportunidades y, como no, a que consideren la posibilidad de adquirir una vivienda donde la sierra y el mar están a sólo unos minutos. No se puede encontrar nada semejante en España. Este rincón privilegiado del mundo, de clima incomparable y comunicación directa a múltiples ciudades europeas, lo hacen ideal para disfrutar, descansar e invertir. Ninguna otra ciudad y ninguna otra provincia en España crece tanto como Málaga. Además un tercio del capital y del número de empresas que se generan en Andalucía, provienen de Málaga. Sin embargo sería necesario dotar a la provincia de unas infraestructuras acordes con este gran desarrollo y que, sin lugar a dudas, son vitales para el crecimiento del turismo, la exportación y la industria. Invito desde este foro inigualable a todos los responsables políticos y administraciones implicadas a que abandonen temporalmente sus diferencias y se unan en este objetivo común, que tiene que ver con el gran desarrollo potencial de Málaga. Vivimos un momento histórico muy especial, en el que un futuro tan apasionante, que nadie debiera anteponer ningún otro tipo de interés que no fuera el de una Málaga próspera y de crecimiento sostenido. Sin necesidad de que ello implique una reducción de sus potencialidades especiales, ni que se abandone esa idiosincrasia que la ha hecho tan deseada y singular.

Quiero hacer especial referencia a las Málagas que ya he tenido el honor y el placer de conocer y de sentir. Todas esas Málagas, la solidaria, la tolerante y abierta, la cosmopolita, la multicultural e histórica, la mestiza, la hospitalaria, la políglota, la emprendedora, la cofrade, la popular y la culta, la gastronómica, la tranquila del interior y la populosa de la costa, la artística y la picassiana ofertan oportunidades únicas de desarrollo, abiertas a nuevos emprendedores, a los que, desde aquí, animo sin fisuras a que arrimen su hombro para construir un futuro común de entusiasmo, libertad y prosperidad. Esta será la mejor herencia que podamos legar a nuestros hijos. Pero nada se construye sin esfuerzo e ilusión. Todo es posible y todo depende sólo de nosotros. Málaga debe contagiarse de este mensaje de esperanza y confianza en un futuro que ya está, que ya ha llegado.

Todas las personas que he ido conociendo al largo de este aún corto tiempo, me han dicho cosas semejantes como “aquí hay una gran calidad de vida”, “aquí se vive bien”, “todo el mundo que viene se queda a vivir”… Trabajemos todos juntos para que cada día se viva mejor y para que cada día sean más los que viven mejor y, ojalá alguien un día no muy lejano pueda decir “este es el mejor lugar del mundo para vivir, para descansar y para trabajar. Que nuestros hijos puedan decir un día: “este es el mejor lugar para construir un mundo mejor”.

Para finalizar he escogido del autor de “El Sur también existe”, Mario Benedetti, un verso de su poema “Hagamos un trato”, que supone un compromiso personal de todos a los que hoy represento y que se lo dedicamos a esta Málaga tan espléndida y generosa: “puede contar conmigo… puede contar con nosotros”.

Muchas gracias.