miércoles, 9 de mayo de 2007

PREMIO MEDITERRANEO DE LA CULTURA M-CAPITAL

DISCURSO DE AGRADECIMIENTO PREMIO MEDITERRÁNEO DE LA CULTURA M-CAPITAL

Alcalde de Málaga, Delegado de la Junta de Andalucía, Subdelegado del Gobierno Central, Presidente de M Capital, autoridades y amigos todos,

Buenas tardes,

Muchas gracias al jurado por este Premio. Todos los reconocimientos son un halago personal y un indudable apoyo a tu ejercicio profesional. Pero el más gratificante es el que procede de la sociedad civil en la que trabajas. Entiendo este reconocimiento, por tanto, como otra vía más de complicidad entre el CAC Málaga y la sociedad malagueña. Pero este mérito no es sólo de una empresa en abstracto sino muy especialmente del equipo humano que desarrolla su actividad con gran profesionalidad en este Centro de Arte Contemporáneo y también del Ayuntamiento de Málaga y en especial de la Concejalía de Cultura, que ideó este modelo de gestión pionero en España que está siendo ya repetido en otros muchos lugares.

De alguna manera la ciudad ha cambiado absolutamente, en poco tiempo, su opinión general y su relación con el CAC Málaga. Un crecimiento del número de visitantes del 17 y del 31% respectivamente en los 2 últimos años dan fe de estos vínculos cada vez más estrechos. Del escepticismo inicial, quizá marcado por el desconocimiento del proyecto, se ha pasado a una complicidad muy satisfactoria que nos aporta sabia y energía diaria. La pasada semana entregábamos nosotros el Premio Mecenas del Arte 2005 a Interlaken y hacíamos público que ya son 45 las empresas que colaboran en la Asociación de Amigos del CAC Málaga. Indudablemente ese es un éxito de la sociedad malagueña y del ámbito empresarial que demuestran así su grado de sensibilidad y esa complicidad tan deseada por todos.

Málaga es la ciudad idónea para demostrar que los tópicos, casi siempre injustos y no contrastados, se inventan para romperse. El CAC Málaga también ha roto tópicos con su modelo de gestión y moldes preestablecidos en su relación con la ciudad. No en vano nos llena de orgullo que sea el centro de arte español con mayor asistencia de grupos escolares, una realidad inimaginable hace poco tiempo que contribuye al enriquecimiento cultural e intelectual de nuestro futuro pues los niños de hoy son la realidad del mañana y según como invirtamos en ellos, conseguiremos unos frutos u otros.

Como pocas Málaga es una ciudad histórica con huellas de muchas culturas que han creado su rico mestizaje. Málaga es, como ninguna, ciudad tolerante y abierta, cosmopolita y políglota que demuestra en cada reto, que puede dominar su futuro.

Como en pocos lugares también sus tradiciones y su cultura forman parte del ritmo y de la sociedad: como ejemplo a nadie se le escapa la presencia de cofradías y peñas y eso es positivo porque contribuyen a definir la idiosincrasia de la ciudad y de sus ciudadanos y así, lo popular y lo intelectual coexisten cada día en plazas y tertulias en armonía y equilibrio singular. Todo ello demuestra que existe una Málaga culta. Porque la cultura no sólo se mide en parámetros de conocimiento, que lógicamente también, sino además en términos de identidad. Y es que en Málaga hay mucha conciencia del sentimiento de ser malagueño. Incluso los que aquí no hemos nacido lo hemos sentido con orgullo, porque la hospitalidad es el perfil más característico y diferenciador de esta Málaga noble y generosa que no entiende de términos como foráneo o extranjero. Consecuencia de ello es que la Ciudad, sus sociedad entera, sabe demostrar el afecto, el cariño y el reconocimiento no sólo a sus hijos las ilustres, sus profetas, sino también a cuantos hemos venido a sumar sinergias para hacer una ciudad mejor, una ciudad donde nuestros hijos se sigan sintiendo tan orgullosos de ella como nosotros.

La Málaga emprendedora tiene grandes retos para el futuro y en ellos todos debemos implicarnos. Por su bien es momento de unir fuerzas y de salvar situaciones adversas: la ciudad lo necesita y lo reclama.

Quiero además dedicar este reconocimiento a mi hijo y a mi mujer que han tenido que sacrificar mucho de sus propias vidas para que yo pudiera hacer posible este proyecto.

Por último y, por segunda vez en poco tiempo, deseo terminar con un verso del poema de Mario Benedetti “Hagamos un trato”, que supone mi compromiso personal con esta Málaga espléndida y generosa: “Usted sabe que puede contar conmigo”.

Muchas gracias.